Se quedó al cargo de los niños mientras los padres viajaban por asuntos de negocios lejos de allí.
Es mayor, unos 70 años de sabiduría. La abuela de los niños, les consiente todo, los malcría, pero a ella le da igual, no quiere que les falte nada, el disfrute de los niños es su disfrute personal.
Esa noche ya tarde, sentada en la sala, se encontraba viendo la televisión, los niños en el cuarto de juegos que esta al lado de la sala; no eran horas de estar jugando más bien de estar durmiendo, pero la abuela los consiente.
Suena el teléfono de la abuela, ella un poco lenta en los movimientos consigue desbloquear el móvil y contesta. Se escucha una voz un tanto siniestra diciéndole: “Cuidado con los niños esta noche, que no suban al piso de arriba.” Y tras unos ruidos extraños se corta.
No hace ni caso pensando que podrían haberse equivocado y continúa viendo la tele, no pasarían ni 10 minutos cuando vuelve a sonar el teléfono nuevamente. Esta vez es algo más amenazante: “Esta noche los niños van a jugar a matarte.” Continúa una serie de sonidos extraños y se corta la comunicación.
Muy nerviosa por lo que ha escuchado decide llamar a la policía, para denunciar las llamadas recibidas.
Tras una conversación con el agente que le atendió, le comunica que pasara una patrulla por el barrio para comprobar que todo esté bien. Ella se queda algo más tranquila y continua con lo suyo.
Lo primero era comprobar que los niños seguían en la habitación de juegos, abrió la puerta y allí estaban los tres jugando, no les dice nada y vuelve a cerrar la puerta, se dirige al sillón y vuelve a sentarse.
Cuando volvió a sonar el teléfono (habrían pasado unos 15 minutos), dio un respingo la abuela, pues los nervios no la dejaban tranquila y le daba miedo volver a contestar, se arma de valor y responde a la llamada: “Cuando subáis a las habitaciones moriréis todos, (continúan unas risas muy aterradoras)“
La abuela muy nerviosa, se dirige a donde se encuentran los niños y al abrir la puerta no están, se han subido a las habitaciones y ella no se había dado cuenta, se dispone a subir cuando en ese preciso momento, le vuelve a sonar el móvil. Contesta de malas maneras diciendo que ya está bien, levantando el volumen, pero al otro lado está la policía que le advierte, que no suba al piso de arriba, que la llamada de teléfono la han localizado y estan llamando desde el piso de arriba, que coja a los niños y que salga a la calle rápidamente, que una unidad se dirige a la casa. Ella atónita y sin saber que decir, piensa en los niños y sube a por ellos.
Cuando llego la policía, entro en el domicilio, subió al piso superior y allí estaban los niños riéndose con unos cuchillos en las manos y con los trozos de la abuela por el suelo tirados, la sangre había manchado todas las paredes y los niños estaban empapados de restos de la abuela.
Carlos Nieto
Relatos cortos, breves y fáciles de leer.
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