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Noche de verano

19 de septiembre de 2021

Noche de Verano

Esta es una de las leyendas urbanas más aterradoras. Espero que les guste.

Lo mejor que puedes hacer cuando está lloviendo es dejar que caiga el agua.

Una noche de un sábado, un joven de muy buen ver y un físico envidiable. Se encontraba en un bar de moda donde solían ir los jóvenes a pasarlo bien, a tomar algo fresquito. Tratando de sofocar esas cálidas noches de verano.

Allí se encontró a una chica, joven y muy atractiva, se acercó a ella y entablaron conversación. Ambos hablaron durante un buen rato, se reían y lo estaban pasando bien. Pasó el tiempo de manera fugaz mientras estaba con ella. Pero llego el momento, y ella se despidió, tenía que regresar, era ya tarde y le esperaban. No podía demorarse más tiempo.

Al salir afuera, llovía a cántaros, la típica lluvia de verano. Así que él salió con ella y de manera muy caballerosa le prestó su chaqueta. Decidido le acompañó un intervalo del camino hacia su casa. Momento en el que encontró la excusa perfecta para volverla a ver. Dejándole su prenda que le resguardaba de la lluvia, y que se la devolvería al día siguiente.

Ella se negó a que continuara acompañándole, pues ya estaban cerca de la casa y no quería que le vieran juntos.

La joven María prometió devolverle la chaqueta al día siguiente, y le dio la dirección de su casa para poder pasar a recogerla. Tras un beso de despedida, se despidieron hasta el próximo día. Él, apenas pudo dormir. Se pasó toda la noche pensando en ella, estaba seguro de que era su media naranja, el amor que tantos años estaba buscando. 

A la mañana siguiente. Sin apenas haber dormido unos minutos. Se acicaló, se puso sus mejores ropas y se lanzó a la calle, en dirección a la casa de la chica.

Sus nervios le comían por dentro. Estaba ansioso por volverla a ver, el camino se le hizo largo, a pesar de que tan solo tardo 20 minutos en llegar.

Al presentarse en la dirección de la vivienda de María, tocó la puerta. No sin antes sentir un golpeteo de su corazón latiendo con fuerza sobre su pecho. Esperando que saliera a recibirle María. La sorpresa fue que abrió una mujer mayor. La cual decía que no vivía allí ninguna María. De pronto, el joven divisó su foto en la mesa del vestíbulo.

La mujer le explico. Que esa era su hija, y que se llamaba Susana María. Aunque ella siempre quiso que le llamaran María, a pesar de que todos le llamaban Susana. Muy amablemente la señora se puso su chaqueta, y salió al rellano de la escalera. Proponiéndole que le acompañara a dar un paseo cerca de allí. Acompañó al chico al cementerio y le fue contando en el camino que María, su hija, murió de un ataque de asma una noche lluviosa de verano después de salir con sus amigas.

De repente, el chico se detuvo y, sin previo aviso, se arrodilló frente a una tumba. Luego, comenzó a llorar desconsoladamente.

La señora no hacía más que preguntarse, ¡cómo podía saber que esa era la tumba de su hija!

Era evidente, ahí estaba muy bien doblada la chaqueta que el joven le presto la noche anterior.

Carlos Nieto.

Un relato extra cortito

No dejo de escuchar golpes de cristal. Solo miro en las ventanas quien puede ser el que las golpea, trato de averiguar en que ventana están golpeando. Hasta que me doy cuenta de que los golpes provienen del espejo del salón.

Carlos Nieto

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