El viaje de Rebeca.

El viaje de Rebca

El viaje de Rebeca.

Rebeca huyó escaleras arriba tan rápido como pudo, con el corazón latiéndole frenéticamente en el pecho. No se atrevió a mirar hacia atrás ni por un segundo, temerosa de lo que podría estar acechándola desde esa terrorífica oscuridad en el fondo del pozo del ascensor.

Tras subir unos cuantos tramos, sus pulmones ardían por el esfuerzo, pero no se detuvo. De pronto, las luces del descansillo del séptimo piso titilaron y se apagaron, sumiendo el pasillo en una inquietante penumbra. Rebeca jadeó, apoyándose en la pared, intentando recuperar el aliento. El pasillo estaba vacío y silencioso, salvo por el zumbido de un viejo fluorescente que parpadeaba sobre una puerta cerrada.

Fue entonces cuando lo volvió a oír. Aquella horripilante risa burlona que parecía provenir de todas partes y de ninguna a la vez. Rebeca se giró lentamente y con los ojos muy abiertos. Allí no había nadie, pero la siniestra carcajada resonaba cada vez más fuerte, reverberando en las paredes.

De pronto, un haz de luz verdosa surgió desde el hueco de las escaleras, como una serpiente venenosa que se deslizaba por el suelo, proyectando sombras retorcidas sobre los muros. Rebeca contuvo el aliento mientras una espesa niebla esmeralda brotaba desde abajo y comenzaba a rodearla, tragándose las escaleras a su paso. Algo se movía en su interior, siluetas deformes que se retorcían como almas en pena.

Paralizada por el horror, Rebeca tan solo atinó a proferir un grito mudo antes de que la bruma se la tragara por completo. Lo último que alcanzó a sentir antes de perder el sentido fueron decenas de rostros fantasmagóricos emergiendo de la niebla, sus facciones desdibujadas contorsionadas en muecas de dolor y furia desmedida…

Y el ascensor, allá en lo profundo, esperaba hambriento rodeado de sombras.

2 Parte


Rebeca despierta aturdida y desorientada en una extraña habitación tenuemente iluminada por antorchas. Al incorporarse, descubre que está en lo que parece ser una cripta subterránea, con paredes de piedra cubiertas de símbolos esotéricos. Intenta abrir la antigua puerta de madera que la mantiene encerrada, pero está firmemente asegurada por un pesado cerrojo de hierro.

De repente, Rebeca oye pasos que se acercan y voces susurrantes del otro lado. La puerta se abre lentamente con un chirrido y entran tres encapuchados portando un gran libro antiquísimo

Murmuran unos cánticos ininteligibles y hacen gestos hacia la indefensa con las manos. Ella grita pidiendo ayuda, pero se queda muda de horror cuando los encapuchados se quitan las capuchas…solo para revelar tres rostros idénticos y sin facciones, completamente lisos y pálidos.

Los seres sin rostro rodean a Rebeca sujetándola con fuerza sobrehumana mientras abren el gran libro. Las páginas están hechas de piel humana y contienen ritos y conjuros arcanos. Rebeca forcejea desesperadamente, pero no puede zafarse.

Uno de los encapuchados saca una daga ceremonial mientras otro retiene a Rebeca extendiendo su brazo. Ella grita de terror al comprender que están a punto de sacrificarla…

3 Parte

Rebeca siente un dolor agudo en su brazo mientras la daga le corta la piel. La sangre brota de la herida y cae sobre el libro, que se ilumina con un brillo rojizo. Los seres sin rostro entonan un cántico cada vez más alto y frenético, mientras el libro se abre por sí solo y muestra una página con un dibujo de un ascensor.

Ella se da cuenta de que el ascensor es el mismo que vio en el edificio, y que el libro es una especie de portal a otra dimensión. Los seres sin rostro la arrastran hacia el libro, intentando empujarla al interior del ascensor. Se resiste con todas sus fuerzas, pero es inútil.

En el último momento, ella observa una figura que se acerca corriendo por el pasillo. Es un hombre joven, vestido con un traje y una corbata, que lleva una carpeta en la mano. Ella lo reconoce como el abogado que la citó en el edificio para hablarle de una herencia. El hombre grita su nombre y trata de ayudarla, pero los seres sin rostro lo empujan también al libro.

Rebeca y el hombre caen al vacío, mientras el libro se cierra tras ellos. Los seres sin rostro se quedan mirando el libro con una expresión de satisfacción, mientras se escucha una voz que dice:

El viaje Inter dimensional terminó. Continúa leyendo relatos en, relatando.com….

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

En este momento estás viendo El viaje de Rebeca.