Ciclos de la misma herida
La desesperación me hiere hasta el hueso,
me duele el alma al ver que no aprendieron,
los errores de antaño, como espinas de acero,
vuelven a abrir las cicatrices que detesto.Son los mismos pasos, la misma caída,
la torpeza disfrazada de ignorancia o saber,
¿qué les importa a ellos si el alma se quiebra,
si sus decisiones solo traen el ayer?¡Cómo duelen los ecos de su falso control!
Con manos ciegas, sus dedos señalan,
sin ver que se hunden en la misma maraña,
sin ver que su guía es una traición.Y aquí me encuentro, observando sus huellas,
ellos insisten, una y otra vez,
sin aprender, sin vergüenza, sin fe,
dejando tras de sí la ruina y las piedras.Pero no seré yo quien siga el engaño,
romperé estos ciclos que han dejado en mi piel,
y aunque quede solo en este desvelo,
buscaré un camino sin su mandato cruel.
Corazón Desbordado
Corazón desbordado,
lágrima callada,
mi tierra herida,
sin manos que amparen, sin voz que la salve.
No es solo tristeza ni un grito quebrado,
es furia enterrada en el lodo arrasado;
es ver a mis hermanos, mis amigos, mis vecinos,
cayendo sin tregua en el peso de olvido.
La indiferencia asfixia el silencio calla por miedo.
las promesas vacías que ya nadie sabe.
Mientras, el alma se inunda y arde,
luchando en la sombra, sin voz que la calme.
Manos solidarias que cruzan el barro,
rostros cansados, ojos desgarrados;
todos juntos en el dolor encallado,
latiendo despacio, corazón fatigado.
Corazón desbordado, dolor compartido,
mi gente me duele, mi suelo está herido.
Valencia enlutada, sus calles sombrías,
pero en su dolor, crece la vida.
La esperanza se aferra como raíces en piedra,
la fuerza se enciende como brasas en tierra.
Porque aunque llore y tiemble, aunque el barro la apriete,
mi tierra no cede, mi tierra no muere.
Lágrimas del Cielo
Bajo un cielo que despliega su manto,
l’Horta Sur yace en un eco quebranto,
los ríos desbordados con furia y espanto,
mientras el viento susurra un canto.
En tiempos de sombras, bajo el gris eterno,
vidas se apagaron en el abrazo tierno,
marea cruel que en la noche se adentra,
arrasando sueños, quebrando palabras.
Valencia llora con el alma dolida,
sus calles se llenan de lágrimas perdidas,
pero en cada mirada se alzan encendidas,
las chispas de amor que jamás serán vencidas.
Y aunque el barro intente ahogar sus sonrisas,
la memoria se nutre de fuertes raíces,
héroes anónimos en la neblina,
que en el dolor encontraron la vida.
Almas en el Viento
Los pueblos se alzaron frente a la marea,
caminos de luto y de piel que fragua,
en cada rincón, cada alma sincera,
se entretejen historias que el tiempo sella.
Bajo la tormenta que doblega y arrebata,
las manos se buscan, temor que desata,
amarres del alma que el viento rescata,
uniendo en la pena lo que no desbarata.
El sol se asoma en la línea del mañana,
secando las lágrimas que el mar desgrana,
unidos en fuerza, los pueblos proclaman,
que del dolor nace la esperanza humana.
L’Horta Sur, en tu desdén marcado,
hay un grito de vida en cada costado,
y aunque el cielo se cierne con alma pesada,
es la unión y el amor, tu nueva alborada.
Descubre más desde Relatando.com
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.