La leyenda del Gallo de Barcelos

La leyenda del Gallo de Barcelos

Una historia sobre justicia e inocencia en Portugal

La leyenda del Gallo de Barcelos es un cuento popular portugués que se ha transmitido de generación en generación. Se dice que el cuento original fue creado en el siglo XVIII y que está basado en un hecho real. La leyenda es una interesante reflexión sobre la justicia y la inocencia, así como sobre los peligros del miedo y la superstición.

Aunque la historia del Gallo de Barcelos es solo una leyenda, todavía es muy popular en Portugal y es recordada en muchas tradiciones culturales del país. El cuento se ha convertido en un símbolo de la cultura portuguesa y es un recordatorio de la importancia de la justicia y la inocencia.

Es importante recordar que las leyendas y las historias populares son una parte importante de la cultura de un país y que nos ayudan a entender mejor las creencias y los valores de una sociedad. Aunque algunas historias pueden ser aterradoras, siempre es interesante aprender sobre las tradiciones y leyendas de otros lugares.


La Ficción de la leyenda.

Había una vez un pequeño pueblo en Portugal, que había sido bendecido con una rica cultura y tradiciones. La gente allí era amable y acogedora, y siempre estaban dispuestos a compartir sus historias y leyendas con los extraños que visitaban su tierra.

Sin embargo, había una leyenda en particular que causaba temor y ansiedad en los corazones de los habitantes del pueblo. Era la leyenda del Gallo de Barcelos. La leyenda decía que hace muchos años, un peregrino había sido acusado injustamente de robo y condenado a muerte en la horca. Antes de ser ejecutado, el hombre clamó su inocencia y dijo que un gallo se levantaría de su plato y probaría su inocencia.

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Nadie le creyó y fue ahorcado en la plaza del pueblo. Pero justo antes de que la cuerda fuera apretada alrededor de su cuello, un gallo vivo se levantó de su plato y cantó. Los habitantes del pueblo se dieron cuenta de su error y rápidamente corrieron a la plaza, pero era demasiado tarde. El hombre ya estaba muerto.

Desde entonces, se dice que el espíritu del peregrino vaga por las calles del pueblo, buscando venganza por su muerte injusta. Y cuando el gallo canta, es un presagio de la muerte y la desgracia que se avecina.

Nadie en el pueblo se atrevía a comer gallina o gallo, por miedo a atraer la maldición del espíritu. Pero una noche, un extraño llegó al pueblo. Era un hombre sombrío, con un aire misterioso que causó desconfianza en los corazones de los habitantes del pueblo.

El hombre se alojó en una pequeña posada y pidió una cena. El dueño de la posada le sirvió un plato de pollo asado, sin saber nada de la leyenda del Gallo de Barcelos.

El extraño comenzó a comer, pero cuando estaba a punto de terminar su cena, algo extraño sucedió. El gallo que estaba colgado en la pared comenzó a moverse y aletear. El extraño se levantó de la mesa y se acercó al gallo. Lo miró fijamente a los ojos y comenzó a murmurar palabras extrañas en un idioma desconocido.

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Los habitantes de la posada observaron con asombro y miedo mientras el extraño continuaba hablando en voz baja con el gallo. De repente, el gallo se transformó en un espectro oscuro y aterrador, que flotaba en el aire frente al extraño.

Los ojos del extraño se iluminaron con un brillo maligno mientras hablaba con el espectro. Los habitantes de la posada miraban con miedo, sabiendo que algo terrible estaba a punto de suceder.

De repente, el extraño señaló al dueño de la posada y dijo: “Tú serás el primero en morir”. El dueño de la posada intentó huir, pero el espectro lo alcanzó y lo arrastró hacia la oscuridad.

Los habitantes del pueblo se despertaron esa mañana para encontrar la posada vacía y el dueño muerto en su interior, la escena dantesca hizo que se difundiera la noticia por toda la zona.

Los habitantes del pueblo de Barcelos nunca olvidarían aquella noche fatídica en la que un extraño llegó a su posada. El espíritu del peregrino injustamente ejecutado había vuelto en forma de un gallo oscuro y siniestro para vengarse de aquellos que habían comido la carne de sus compañeros plumíferos.

A partir de ese día, la leyenda del Gallo de Barcelos se convirtió en una realidad terrorífica para los habitantes del pueblo. Cada vez que un extraño llegaba a la ciudad, miraban con sospecha y miedo, preguntándose si serían el siguiente en caer bajo la maldición del gallo.

La posada, una vez llena de vida y alegría, se convirtió en un lugar de temor y horror. Nadie se atrevía a entrar, excepto los valientes y los desesperados. Y, a menudo, aquellos que lo hacían nunca volvían a salir.

Las noches en Barcelos se volvieron cada vez más oscuras y sombrías, y la niebla se extendía por las calles del pueblo como una sábana funeraria. Los habitantes susurraban entre ellos sobre las terribles visiones que habían visto y los extraños sonidos que habían escuchado en la oscuridad.

Los aldeanos se reunían en la plaza del pueblo, mirando hacia el cielo mientras el gallo oscuro volaba sobre ellos. Sus ojos rojos brillaban en la oscuridad mientras graznaba una profecía de muerte y destrucción.

Pero, en medio de todo este horror y oscuridad, hubo un hombre valiente que decidió desafiar al gallo oscuro. Era un forastero, un cazador de monstruos que había viajado por todo el mundo en busca de criaturas sobrenaturales.

El cazador se acercó al gallo oscuro con su espada desenvainada y su corazón lleno de valor. Miró al gallo a los ojos y le dijo: “Tu maldición ha durado demasiado tiempo. Es hora de que te vayas a donde perteneces”.

Y así, el cazador luchó contra el gallo oscuro en una batalla épica que duró toda la noche. Los habitantes del pueblo miraban con asombro mientras el cazador luchaba con todas sus fuerzas, hiriendo al gallo con cada golpe.

Finalmente, el gallo oscuro se desvaneció en la oscuridad, su maldición finalmente rota. El cazador se convirtió en un héroe en el pueblo de Barcelos, y su nombre se convirtió en leyenda junto con la del gallo.

Pero aun así, los habitantes del pueblo nunca olvidarían las oscuras y terribles noches en las que el Gallo de Barcelos les aterrorizaba. Y aunque la maldición finalmente había sido levantada, siempre mirarían hacia el cielo con temor, preguntándose si el gallo oscuro volvería alguna vez a buscar venganza.


Santo Domingo de la Calzada y Barcelos

La leyenda del Gallo de Barcelos en Portugal y la de Santo Domingo de la Calzada en España tienen una similitud interesante en cuanto al uso de un animal para demostrar la inocencia de una persona acusada de un delito. En ambas historias, el animal en cuestión se levanta de su plato y canta, lo que sirve como prueba de la inocencia del acusado

Estas leyendas han trascendido el tiempo y se han convertido en símbolos nacionales. En el caso del Gallo de Barcelos, se ha convertido en un símbolo de la ciudad de Barcelos y de Portugal en general. Se puede encontrar en souvenirs, obras de arte y otros productos turísticos en todo el país. Incluso hay una festividad anual en honor al gallo llamada “Festa do Galo de Barcelos”.

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Photo by Leonardo Jarro on Pexels.com

En el caso de Santo Domingo de la Calzada, la leyenda ha sido incorporada a la cultura y la tradición españolas. La ciudad de Santo Domingo de la Calzada celebra una festividad anual en honor al santo, que incluye una representación teatral de la leyenda. Además, el Camino de Santiago, una ruta de peregrinación a través de España, pasa por la ciudad y muchos peregrinos visitan la catedral donde se encuentra el gallo y la gallina vivos.

En resumen, estas leyendas han trascendido su origen y se han convertido en parte integral de la cultura y la tradición.

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